una sonrisa celeste abanica mi rostro.
Oigo tras la puerta cerrada, dimensiones inexistentes.
Huelo desde la misma sonrisa, mientras, cabalgo sobre mi olfato.
Camino examinando las huellas con temor, realmente sorprendido,
avanzo con cautela, atrás en los años paso a paso, siguiendo mis anteriores pisadas,
impregnado de una resplandeciente fragancia en el espacio olvidada, hace, infinidad
de tiempo.
Y la verdad me pregunta.
¿Sentimientos de mañanas bilingües o ideas de ayeres sin razones.?
Gesticulo moviendo las manos, pero, mis labios no expulsan sonido alguno.
Una ola de pensamiento puro yace junto a la brisa,
en la bahía de mi alterada mente, y al instante una inmensa paz respiro.
Y junto al oxigeno alimento…en bandadas, alas blancas se convierten en gaviotas.
Orlando Santana García
1955 Diciembre
La Tierra
Inconformista Titulado
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