lunes, 27 de mayo de 2013

Ahogada. Ildefonso González


 -¡Estaba flotando boca abajo, con el cuerpo hinchado! ¡Juraría que la pobre luchó hasta el final!
 -Ha sido muy duro para usted. Me duele verle así.
 -¡Se hundía y volvía a salir, intentando salvarse!
 -No debe pensar en eso ahora, no le ayudará.
 -¡Intenté ayudarla! ¡Pero se hundía, se hundía! ¡Y al final, cuando se quedó flotando...! ¡Dios, estaba muerta y no me atreví a tocar su cuerpo! ¡La dejé ahí!
 -No se preocupe. Ya no podía hacer nada. Hizo cuanto pudo. Ahora nos hacemos cargo nosotros.
 -Tengo náuseas.
 -Tal vez le venga bien un poco de aire. ¿Quiere que le acompañe?
 -No, iré solo, gracias. Prefiero estar solo unos minutos.- Dijo, mirando a los ojos a su interlocutor, que le miraba con estupor, sin comprender el motivo de su profunda aflicción. ¡Había triunfado! - Vuelvo enseguida.
 -No hay prisa.
 -No. Se lo agradezco, pero prefiero pagar la cuenta e irme.
 -¡Por Dios, qué dice! ¡La cuenta corre de nuestra parte! ¡Toda!
 -¡Por supuesto que no! ¡El problema sólo fue el café!
 -¡No quiero discutir este punto! ¡Este restaurante tiene un prestigio! ¡Insisto! ¡Toda!
 -Está bien, se lo agradezco.
 -¡Al contrario, soy yo el agradecido! ¡Y espero que vuelva a visitarnos! ¡Invitado por supuesto! ¡Y traiga a algún acompañante! ¡Permítanos compensarle!

Un par de frases, un apretón de manos y al poco Sergio se alejaba del local. Antes de llegar a casa, se detuvo en su contenedor preferido. Tenía pensado invitar a unos amigos a comer el día siguiente. Y como no iba a volver tan rápido al mismo restaurante, tenía que repetir la jugada. Aunque el número de comensales iba a ser mayor así que haría falta algo igual de negro, pero quizás un poco más repugnante para repetir la estrategia. Algo que no fuera una mosca. Algo grande y sin alas. Tendría que buscar con paciencia…






Tareas pendientes. Chapu Valdegrama.


Romper filas,
nadar contracorriente,
desordenar la habitación,
tachar lo dibujado,
quemar naves más allá de Orión.

Aporrear una fregona
en gallumbos bailando encima del sofá
a ritmo de AC/DC

Desaprender mis lecciones,
tocar desafinado,
hurgarme el subconsciente,
y tirar de la cadena y romperla.

Huir de las costumbres,
enfrentarme a los miedos,
caminar hacia la lumbre,
robarle un beso a Laura.

jueves, 23 de mayo de 2013

Aprendo a calmar la jauría. Yarisa Colón.



Aprendo a calmar la jauría

este lío de hormigas bravas

las flores  inmensas como orcas

y todas las demás bestias

que viven en mi cuerpo



lloro

sin miedo a volcar los océanos patas arriba



logro escuchar el ritmo lento y rápido y lento

dentro este (mi) planeta de voces rotas



la voluntad es el otro lado de aquello que me mata

y busco matar



no todo está podrido 

 eso también aprendo








LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Las opiniones y los comentarios emitidos en este blog por las personas que en el mismo colaboran, son emitidos, todos ellos y en cualquier formato, a título personal por los diferentes autores. Este blog no suscribe ni secunda necesariamente cuanto en él se exprese.



La Fanzine en Facebook