ese vacío que genera mi lejanía,
la nuestra, la de la vida y el tiempo.
La lejanía de la madurez, del hacerse
adulto, del cada uno a lo suyo.
Del qué comeremos hoy
y facturas sin pagar.
contador de estrellas que se apropia
de lo que estaba ahí para todos
y luego nos lo vende.
Y así, nos venden estrellas,
sueños y confort, nos cobran un riñón
y acabamos comiendo mierda.
(Ilustración de Saint Exupéry)
2 comentarios:
Sigo pensando que lo más valioso es lo que no cuesta nada.
Hemos llegado a un punto en el que es más fácil contar estrellas, que deudas.
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