DIOS Y EL OTRO
1
En ocasiones, te entretienes en mirar el cielo, en ver pasar las nubes evanescentes que van cambiando de forma, o en contar las incontables estrellas, mientras bailan a tu alrededor la enfermedad, el dolor, la muerte, las ilusiones, el amor, el bienestar, las promesas... Pero, cuando bajas la vista, hallas a la realidad dándoles órdenes a los danzadores y organizando tus cosas, y te cagas en dios… aunque dios te perdona, porque tú mismo eres dios. Te hiciste dios para enmendar tus propios errores y salvarte (un dios que se afirma negándose a sí mismo). Pero yerras indefinidamente; en realidad, no eres más que un puzzle compuesto por pedazos de carne humana proveniente de numerosos cadáveres. Mataste a tu padre en cuanto éste hubo armado el rompecabezas. El reflejo de tu rostro, en los espejos o en el agua, no te resultaba conocido, no te revelaba identidad alguna; o quizás te descubría un amasijo de caras que se entremezclaban, anulándose las unas a las otras. Anduviste desesperado buscando a tu madre. Te volviste loco cuando supiste que tenías cientos de madres. E ibas regalándoles flores a las niñas que avivaban la tragedia en las orillas de los estanques.
2
Otras veces pareces estar absorto en tu propia estupidez, babeando, incapaz de reaccionar, ignorando lo temporal y lo físico (velocidad del objeto, corporeidad de la luz…); o te merece la pena hacer kilómetros y más kilómetros, conduciendo tu coche para ir a la gran ciudad, y, tras cumplir alguna fastidiosa obligación, pasear perdido entre la multitud, pensando en todo y en nada; sentarte en una terraza; beber una cerveza helada o un chocolate muy caliente; ser parte del decorado de la terraza; quedar fijado en la atemporalidad de la suma de todos los momentos del espacio telúrico de la terraza.
Y algunos días no puedes evitar escuchar el lamento, que hiere por su debilidad, que reordena la realidad e intuye el orden del caos primigenio. Debilidad acuciante, traspasada de delirio profético, en un tiempo distinto al tiempo del ser humano (pretérito, presente y futuro fraccionados y mezclados entre si formando el espacio único de los aconteceres y de las profecías que son y que ya fueron): metafísica blanda del enfermo. Te distorsionas como la última nota de una guitarra eléctrica estrellada contra el suelo,
chispazos
una pequeña llama que se apaga con una certera meada
el lamento quebrado
débil y profundo a la vez
el lamento…
Hoy, otro dios ha puesto su dedo índice sobre tu frente y te ha matado y te ha enterrado simuladamente. Tú le deseas a ese diosecillo desgraciado una muerte real: No olvidas, no perdonas; tampoco tienes esperanza en la venganza.
Dios sombrío
fugitivo que mata en la oscuridad
hombre doméstico aniquilado a la luz del día
Te confundes con mi verborrea, con mi verdad acrílica; no eres mi igual: “¡Déjame en paz!”, gritas. Pero estás solo..., tú frente a ti, deidad arbitraria.
LA SILLA DE PASEO
6:28 de la mañana
Sábado
Una mujer inmigrante
Empuja apresuradamente una silla de paseo
Por la avenida desierta
Frente a la estación
El bebé va tapado con un exiguo cobertor
Con las prisas
La mujer baja la silla bruscamente de la acera
Y un biberón rueda por el suelo
Hay una expresión de angustia
En los ojos de la madre
Mientras deja el carro a un lado de la calle
Y corre apresurada tras el biberón
6:29
Eso es todo
El relente entumece
Hoy tampoco habrá revolución
Patricio Rascón Fernández (Linares, 1961)
"He vivido la mayor parte de mi vida en la populosa barriada de Arrayanes. En la primavera de 1999 emigré a Mallorca en busca de trabajo; resido en Portocolom desde entonces."
Ha publicado dos poemarios:
*Crónicas de un subproletario y otros poemas (Baile del sol, 2002)
* Parte de paz (Crecida, 2007).
Ha sido incluido en las antologías:
* Voces del Extremo. Poesía y canción (Fundación Juan Ramón Jiménez, 2004),
*Voces del extremo. Poesía y capitalismo (Fundación Juan Ramón Jiménez, 2008),
*Poetas de Jaén (Universidad de Jaén, 2008),
*Certamen de Literatura Atea (Biblioteca Social La Colmena, 2009)
* Voces del extremo. Poesía y tecnología (Ayuntamiento de Béjar, 2009).
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