Despierto y deben ser las seis de la mañana. Estoy tumbado en la escalera. Huele a moho. Me arrastro otro peldaño hacia la entreplanta, con esa pequeña ventana alargada donde sólo se ve ropa tendida. En ese rellano siempre huele a comida grasienta, a aceite reutilizado. No quiero llegar allí, pero tengo que cruzarlo si quiero seguir subiendo. La madera del pasamanos está vieja, con el barniz levantado y las vetas abiertas, mis mangas llenas de nicotina, pero la nausea del descansillo es inevitable. Vomito sobre las baldosas agrietadas. Los ojos se me empañan y sigo subiendo, esperando que el próximo número sea mi parada. Sería tan fácil dejarme rodar escaleras abajo, sentir el dolor, sentirme vivo y confiar en que alguien repare algún día el maldito ascensor. Pero me abro los ojos, y me arrastro otro peldaño. Huelo a aceite usado.
http://www.desastrecajon.es |
3 comentarios:
El apadrinado de la naranjosa va mejorando pero todavia no se sabe que quiere contar.
Hola Oscar, veo que estás usando una foto de mi web www.desastrecajon.es. Podrías al menos haberme dejado algún comentario antes de usarla, y yo no te hubiera dicho que no.
¿Puedes al menos enlazarla a la entrada original? Ahora enlazas al detalle de mi usuario.
Gracias.
Hola Jesús, las responsables de lo que se publica en este blog somos las editoras de La Fanzine.
Como puedes observar, hay un enlace a desastrecajon.es en el pie de foto de la imagen. ¿Prefieres que cambiemos el enlace o que borremos la fotografía?
Lamentamos las molestias,
La Fanzine.
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