Tratar de infundir
amor a los cuerpos
siempre inútiles
como sonsonetes vulgares,
es echar piedras al pedrizo.
Nunca la futilidad
de la pasión les dará vida.
La mayor verdad
se representa en el dolor y el insulto.
La furia le da razón al cuerpo
para encallarse en su soberbio distanciamiento.
Nuestro cuerpo es como el farrago
de ayer, el bostezo arrobado de mañana,
no puede hacerle cambiar sino la furia,
el ruido, la sangre que pierde.
Solamente el vértigo
de amar
es plausible ante
una elegante muerte.
Entonces,
en el solaz de la extremaunción.
se desata un enhiesto vibráfono
que parte el pecho del cuerpo moribundo.
Y en hinojos,
el amor,
como una ilusión infantil
se postra,
una ilusión que viese muselinas
donde silban las balas exaltadas de la lluvia,
y se resguardase aun en el quinqué mágico,
en que por vez única
nuestro cuerpo se transmuda,
bajo de la noche roja oscura y densa,
como si el todo que nada ocupa
ya le dijera: ven sin miedo, ahora puedes amarme.
José de Montfort (Valencia, España, 1977) es Graduado en Estudios Ingleses por la Universidad de Barcelona, así como diplomado en Literatura Creativa por la Escuela TAI-Madrid. Forma parte del consejo editorial de la Revista Literaria Hermano Cerdo. Sus relatos y ensayos han aparecido en diferentes revistas como La Bolsa de Pipas, BocadeSapo, La Movida Literaria, Revista Cinosargo. Cuadernos del Matemático o SalonKritik. Recientemente le ha sido concedido el primer premio del Concurso de relatos de la revista chilena Point Magazine. Escribe regularmente en su dietario/blog La Soledad del deseo, finalista en la categoría de crítica literaria de los premios Revista de Letras 2011.
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