Una calle urbanizada con nuestras costillas. Nuevos cachorros abandonados, con sus
reproches oprimiéndonos el collar de castigo.
reproches oprimiéndonos el collar de castigo.
Una calle donde siempre se va la luz. Y al volver de su exilio le han robado unos metros
de su posición. Una trinchera más atrás que ayer.
El puzzle de hormigón y varillas donde un país caga y sueña. Construido con perros
obedientes, resentidos, que se han ido meando por todas las esquinas de nuestras
casas nuevas. Debajo del oropel de nuestros chalés, ¿qué hay sino sudor y orina?
Un bulevar, donde la felicidad se retira en cómodos plazos, una bolsa negra hinchada
de juramentos lixiviados, que los usureros con su ruidoso camión recogen cada noche.
Hasta que no das crédito a tu vida.
http://kokichuelo.wordpress.com/
3 comentarios:
me encanta el texto, pero la foto es bestialmente buena
kokichuelo!
k bien me caes!
¡Muchas gracias a ambos!
Tú me caes mejor Pat. ¡Viva La Fanzine!
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