Sobre la libertad
No todo el que vuela es libre, a veces, es nuestra propia falta de libertad la que nos
hace perderle el miedo a usar las alas, esas, que se supone, están ahí para hacernos libres. Si
pensamos un momento en el mito griego de Dédalo e Icaro podemos atisvar mejor lo que
quiero decir. En su cautiverio, y no habiendo otra forma de escapar que el aire, decidieron
hacer algo que de no estar encerrados, jamás hubiesen realizado. Así pues, a veces, para poder
volar libre, es necesario antes haber estado preso, porque ¿qué es la libertad? La libertad es, a
fin de cuentas, el reflejo más puro de la integridad, de la verdad.
La libertad, la sinceridad, la verdad, el amor… al final, todo es lo mismo, al final, todo
nos esclaviza, pues, ¿Quién no se ha sentido esclavo de su propia libertad? ¿Quién no ha
deseado no haber sido libre… para tal vez, poder volar? ¿quién no sentido el corazón preso al
amar libre e incondicionalmente? ¿Quién no ha hablado, con sincero conrazón, quedando
esclavo de sus propias palabras? Esclavo, y a la vez, libre, libre y responsable.
Libertad, la innata capacidad de decidir entre dos o más opciones o sencillamente, no
optar por ninguna. Libertad, la capacidad de actuar sin opresión ninguna… libertad, la
capacidad de amar y comprometerse, la capacidad de no hacer lo que queremos, por hacer lo
que amamos, la capacidad de nagar lo que apetece, por hacer lo que el amado quiere… he ahí,
el más alto grado de libertad… la que se entrega, la que se da, la que no se reserva para sí, sino
que se compromete con quien ama… la libertad de elegir cómo hacer, sin perder la alegría, al
negar lo que se quiere, por tener lo que se ansía. Libertad… capacidad de ir más allá sin
despegar los pies del suelo.
Volar… sin duda es la sintesis de la libertad, su mejor imagen, volar… sin fronteras,
sin dirección, sin miedo, volar… ser libre… al final, sólo la verdad nos hace libres, y ¿Cuál es
tu verdad? Lo cierto es que todos queremos una cosa de la libertad, la felicidad, y la felicidad
nunca es completa hasta que no es compartida… la libertad que se comparte… la libre
negación del “yo” para ser del “otro”… la felicidad de ser “nosotros” volando libres, dejando
atrás el laberinto de temores y mentiras, de oscuridad y penumbra… ¿quieres ser libre?
Vuela… busca la verdad, y corre tras ella, pues, donde hay verdad, hay luz, donde hay luz, no
hay miedo, donde no hay miedo hay paz, donde hay paz, hay libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario