Poeto. Jorge M. Molinero

Keith Richards

"que la mamen, que la sigan mamando"
Maradona

Joder, tío, estaba todo planeado.
Podía visualizar incluso el cartel

MOLINERO Y LOS ALÉRGICOS AL POLEN

Con mi foto de perfil en medio, en grande. Muy grande
y unas siluetas detrás, en tonos azules y negros,
sin quitarme el protagonismo que realmente merezco.
Porque soy el creador.
Yo hacía las letras al estilo Cohen,
rebosaba dolor y poesía, afilaba el estilete de mi garganta
dejando petrificado al público enloquecido.
Ellas me lanzaban sus sostenes
era el nº1 de los top tenes;
rock clásico con toques funky
y un estudiado magreo de huevos
para levantar la histeria de las fans.
Era un animal escénico.

Joder, tío... lo teníamos hecho.
Tirar televisores por el balcón de un lujoso hotel
ponernos hasta el culo de lsd
follarnos a menores histéricas
hacer todo lo que criticábamos
limpiarnos el culo con la portada de la rolling stone.

Había triunfado. Todos al pasar a mi lado
murmuraban ¡hijo de puta!

Pero no sé que pasó que ni siquiera empecé.
Nunca tuve una guitarra, todo lo imaginé y
por defecto o elección
o por ser algo maricón,
me quedé en poeto tarado,
rey del verso invertebrado
ahogado en alcohol.

Si, poeto y no poeta
a tanto imbécil que aboga
contra el machismo en el lenguaje
con poeto me hago un traje
y me creo Humphrey Bogart.




Jorge M. Molinero tiene treinta y tres años, es de Valladolid, dice ser aspirante a poeta, y tiene publicado un poemario llamado Versos en el Desierto (Ediciones Bohodón)