Fabricantes de guerras, martinis de sangre.
Diamantes en coma, traficantes de hambre.
Teatro de sombras, raíces y estambres.
La justicia es sorda, libertad es el aire.
Forasteras neuronas en la tierra de nadie.
Sólo queda veneno…en tu sangre.
Cuántas mansiones necesitan los cuerpos.
Cuántos trajes utilizan los vicios.
Cuántas viandas podemos tragar.
Viendo la imagen de niños muriendo.
Masticando el dolor, en los ojos del muerto.
Envenenan los mares, los ríos y lagos.
Devalúan los genes…el dólar y el aire.
Somos simples cobayas, de gobiernos sin alma.
De adictos de pólvora…de farmacias de guardia.
De terror y crueldad, de vacíos y sombras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario