Un niño y un león
miran cómo se llevan los soldados
a todos los artistas,
y después al país
lo llenaron de paz.
Y a todos les dio miedo
esta vida desatinada.
Los payasos que nunca fueron niños
crecieron asesinos,
las trapecistas sádicas.
Y llevaban un loco todos dentro,
una nación deforme, recosida,
sepultada en pintura
de disecar sonrisas.
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