TRáFICO De ÓRGANOS. SaRA SieRRA.

Vayamos todos al rastrillo de mi cuerpo, lo regalo todo y sólo vendo el corazón, los ojos y los labios.

El corazón cuesta doce sorbos, ¿me lo compras?
Y digo doce sorbos de alcohol, porque no sé quién lo va a comprar y necesita emborracharse para poder sonreír mientras un extraño se lo lleva arrastrando de la mano. Porque sé que tú no tienes suficiente líquido en la botella como para darme de beber doce veces y si lo tuvieses no querrías desperdiciarlo en una cosa tan tonta.
Doce tragos y es tuyo ¿por ahí aparece un comprador?
"Se mira, pero no se toca". Nada, no quiere nada... y uno más, y otro...

Los ojos, un botecito con los ojos.
Precio inicial de la puja: cuatro guiños.
¿Quién da más?
AVISO A COMPRADORES: ojos y corazón no pueden comprarse a la vez, que si veo con ellos dónde está él me da un infarto y la compra no sale rentable, y no quiero que pasen esas cosas porque soy una comerciante honrada.

Los labios valen tres besos y un mordisco, que sin corazón ni ojos serán más faciles de corresponder... sin disfrute alguno, pero al menos así no se pudren de esperar.

¡¡SEÑORES, SEÑORITAS, CABALLEROS, TROGLODITAS!!
¡¡OFERTA!! ¡¡OFERTA!!
¡¡MIRA QUE BUENO LO VENDE LA NIÑA!!
¡¡PRODUCTOS FRESCOS RECIÉN EXTRAÍDOS EN UNA BAÑERA DE PAPEL!!

Con el corazón puede hacerse un medallón de bisutería fina, con los ojos alargar sus bolas chinas y si le place puede utilizar estos labios para besar a su perro enfermo, a su tío leproso, a su amante sin amor o colgarlos en la puerta de un burdel a modo de bienvenida.

(Y aquí sigo esperando... a ningún comprador)

Y si te veo a ti de lejos, cierro el chiringuito y me voy.
Y si te acercas ni te atiendo...
Y si me apuras, te hago un 2x1 y... y si quieres te lo regalo todo.

Te permito que lo metas en una caja y lo tires al mar, que lo entierres o incluso que te lo comas, te permito que hagas lo que quieras con ello... que al fin y al cabo, eso es lo que has estado haciendo hasta ahora.

SaRa SieRRa BiO: "No sé cómo empezar para explicar que me llamo Sara, me apellido Sierra y después Garrido, que esto no es así desde siempre sino desde hace 19 años porque resultó que nací. Debería añadir, creo, que vivo cerca de Logroño, pero me parece una estupidez decirlo porque mi padre insiste en que vivo "en mi puto mundo y a mi puta bola". Cosa que no creo que sea cierta... del todo.

Supongo que no estaría de más añadir que hago teatro, toco la viola, tengo muchos perros y sé querer mucho y muy bien.
Y lo añado porque es algo de mí que me gusta.
Aparte puede que sea ligeramente bipolar y parafílica, pero no sé si es buena idea decir eso porque a la gente no suele gustarle saber la verdad.
Pues es la verdad."