- CALLE SECO, NÚMERO 3, 2ºB -
Ahí estaba yo, en mi noche libre, tumbado en esa cama con las sábanas rojas en la que solía dormir encogido, que le iba a hacer si me resultaba incómodo dormir con los pies colgando.
Eran las 4:00 a m, y la luz palpitante de mi cuarto era la única que continuaba encendida, a mi lado una “Mahou” de un litro vacía y otra a medio morir, nada me hacía caer, ni la borrachera de silencio sepulcral.
El THC, sólo conseguía hacerme oír los colores con los que tintaba los crujidos de las paredes; en cierto momento de la noche, recuerdo haber estado delirando entre página y página de
“Los vagabundos del Dharma”.
Nervios, ansiedad, taquicardia, alucinaciones y sudores fríos; aunque parezca el mono, sólo tenía sueño y el sueño no quería tenerme a mi.
Era mi cuarto día sin dormir, y puedo asegurar que ya no sabía ni utilizar aquel microondas tan vintage como el sólo de “Little Wing”, que bonito hubiera sido poder decir,
-mi vida por un lexatin-
pero no lo fue Dr., y aquí estoy, no se si es delirium tremens, esquizofrenia o es cierto que mi toalla me habla y hay muchas hormigas escalando la pared.
1 comentario:
No duermo. Un día de estos me animo a dormir y escribo algo a pierna suelta.
Bss.
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