Mi nombre es Sergi y para mi el insomnio es,el no sueño.
Menudo temporal, sigue estando el frío encima de nuestras camas y de nuestros bolsillos.
Estamos desilusionados, unos no tienen trabajo, otros nunca lo han tenido y los pocos que lo conservan, cruzan los dedos. No hay dinero, es una palabra que la repiten padres, estudiantes, parados… ¿Y quien se ha llevado el dinero?, claro, para que a mi me falte, hay alguien que me lo tiene que haber quitado, es lo mas lógico, pero pregunto al vecino y no lo tiene, les pregunto a mis amigos y aseguran que no me lo han cogido, a mi novia, a mis padres... Esto me empieza a preocupar, he perdido el dinero y no se quien se lo ha llevado, ¿hurto? Podría ser, así que me dirijo a la policía para denunciar que me han quitado el dinero y no tengo ni la menor idea de quien ha podido ser. Entro en la sala para denunciar este curioso caso y el policía transcriptor me comenta que no soy la primera persona que viene a denunciar esto, que han venido unos 4 millones de personas repartidas por toda España con este mismo problema. Joder, pienso, que inútiles somos todos que nos dejamos quitar el dinero y nadie ha visto quien nos lo ha quitado. Salgo de la comisaría con un papel de la copia de mi declaración y pienso de camino a casa que podría haber una pandemia de ceguera, porque nadie ha visto a ningún sospechoso. Así que voy al oculista preocupado, pensando en lo peor, en que podría ser una algún tipo de ceguera contagiosa. Entro en la consulta y me miran con una linterna el globo ocular; perfecto, no encuentra ningún síntoma de ceguera, dice que deben ser imaginaciones mías, que todo está bien, pero que le debo la visita. Salgo confuso de la óptica y bastante cabreado, pensando en el cabrón que se estará comiendo un entrecot a mi salud. Llego a casa, me tumbo en el sofá y sale el político de turno diciendo que sí ,que es verdad, que a 4 millones de personas nos están quitando el dinero pero que la cosa no pinta muy bien, que habrá mas desapariciones en los próximos meses, que estos casos se reproducen por alguna extraña causa. Luego sale otro, éste es más optimista y dice que lo están intentando recuperar, pero que tampoco sabe quien lo tiene y porque necesita tanto dinero, que tenemos que ser optimistas y no preocuparnos, que todo saldrá bien. Paparruchas pienso, me termino mis spaguettis y me voy a dormir.
Amanece un nuevo día, sigo teniendo frío, sigo sin mi dinero y creo que me empieza a fallar la vista, perfecto creo que tengo la gripe porcina.
Me doy una ducha corta, cojo 1,15 euros y me voy a tomarme un café calentito a ver si me espabilo. Me siento y ojeo la prensa, veo que mucha gente esta jodida de frío como yo, y no sólo aquí, también en otros países. Bien, pienso, si más países tienen frío seguro que buscarán alguna solución todos estos políticos que se preocupan por nuestros intereses, pero parece que ellos no tienen frío y nadie les quita el dinero misteriosamente. ¿Misteriosamente? Umm…creo que tengo la solución! Miro en la guía en busca de un buen vidente, haber si puede solucionarme este misterioso hurto. Llamo y me cito con él. Agita su bola de cristal y dice que ve nubes ¿nubes? ¿Que significa eso? Que todo es incierto y que no puede hacer nada más por mi; bueno sí, cobrarme el servicio. Policías, oculistas, videntes y políticos, todos dicen que me ayudaran pero nadie me ha dicho aún donde está mi dinero. Creo es un asunto mayor y que necesita de otra perspectiva un poco más universal; así que sin ser devoto me dirijo a la iglesia más próxima a charlar con Él. Me arrodillo y le cuento todo lo sucedido al detalle. Después de mi explicación de 1 hora, me dice que él ya sabia de antemano lo que le venia a decir, y la solución que me da es rezar un padre nuestro y tener fe en él. Salgo más confuso de lo que entré.
Ya han pasado varios años desde que perdí el dinero, que lo poco que tenía me lo he ido gastando en buscar una solución a este…por así decirlo crimen, y aún no he dado con ninguna pista ni sospechoso. Tengo la ilusión intacta por encontrar el dinero que perdí y por encontrar una nueva manta que me abrigue. Se que no me ayudará nadie, que todos hablarán y me dirán que estará por aquí o por allá, así que lo que mejor que puedo hacer es esperar a que mejore el temporal.
2 comentarios:
muy bueno!!
ha plasmado muy bien la realidad de un problema que cada vez, mas españoles estamos sufriendo.
me ha encantado este escritor y le doy animos para seguir narrando de forma interesante, comica y distraida los devenires de nuestras vidas, o de las suyas.
un abrazo espero seguir leyendo sobre ti.
Me fascina como has convertido en un cuento Carrolliano lo que está pasando en nuestra economía.
Un abrazo!
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